Mi hogar de la infancia y La vejez
No va haber momento donde no sienta nostalgia cuando no estes, porqué al parecer algunos van a poder regresar a su hogar de la infancia y recordar cada momento con cada grieta en la pared, el hoyo que hicimos para los cuedros, los espejos, las decoraciones y pensaran en esos recuerdos felices.
Pero mi hogar no tiene absolutamente nada de eso, de hecho tiene una risa contagiosa, chistes, historias, los ojos más hermosos, las manos mas suaves y aveces frías.
Mi hogar casi siempre ha estado junto a mi y yo junto a ella, llevo tanto tiempo cerca que siento que estamos fusionadas por un cordón invisible que va a llegar un momento donde probablemente ya no haya esa persona del otro lado del cordón sosteniendolo con su cuerpo.
Bueno, mi hogar de la infancia, no va estar y voy a tener que recordar con mi buena memoria, cada momento bueno, malo, agrios y dulces.
Me quedarán otras tres veces para recordar antes de hundirme en una cabaña con luz, con plantas que dan frutos y que dan flores, donde hay una bonita cocina, una sala creativa, una habitación acogedora, un porche donde tendré una mesedora donde tejere, cosere, dibujare y escribire poemas sobre ellos con una nudo en la garganta hasta que desaparezca.
Tal vez aun utilicé short y camisa sin mangas, tomaré medicamento que me haran feliz por el día y por la noche mojare mi almohada con cierto vacío.
Me sentaré en mi porche trasero cercado lleno de plantas que me alimentarán, las mascotas que siempre quise tener no vivirán lastimosamente muchos años y siento que amaré la idea porqué no sufrirán más.
Ay usaré refranes de señora y saldría al super, al mercado y algunos almacenes, aprendería a montar bicicleta, me reiré lo mejor que pueda, leeré más, tendré una radio para escuchar el noticiero, una computadora para escribir y ver videos.
En fin, que mi vejez será como una adolescencia tardía, quiero jubilarme y comer cosas lindas.
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